Por Florencia García Melazzo y Bárbara Sepúlveda Núñez
Un grupo de personas se unió en protesta el lunes pasado, 5 de septiembre, en los predios de la sucursal de Walmart en Santurce para denunciar el alegado despotismo contributivo y la supuesta explotación laboral de esta empresa estadounidense contra el comercio local y sus trabajadores.
Aprovechando la fecha y el simbolismo del feriado por la acostumbrada conmemoración del Día del Trabajo, el evento fue organizado y convocado vía internet por el Movimiento Socialista Trabajador(MST), declarando sus propósitos bajo el lema “¡Nuestras vidas valen más que sus ganancias!”.
“Walmart es un claro ejemplo de una de las megaempresas de explotación capitalista que serán las principales beneficiarias de las condiciones que impondrá la Junta, como la posibilidad de reducir el salario mínimo a $4.25, el desmantelamiento de las pocas protecciones laborales que quedan en la empresa privada, las exenciones al pago de impuestos a las empresas y muchas otras formas de explotación que esta empresa usa y abusa.”, anunciaba el MST a través de un comunicado en su página de Facebook en donde explicaban los motivos y relevancia de la protesta a la que, en un intento de sarcasmo, titularon como Día del Desempleo.
El argumento motor del barullo y descontento civil representado por la docena de presentes en la sede santurcina se basó en la premisa de que son escasos los derechos laborales que otorga Walmart a sus empleados boricuas y, además, la indignación ante las exenciones contributivas frente a Hacienda y el respaldo de fondos estatales que recibe la cadena multimillonaria de supermercados minoristas.
Entre los manifestantes se encontraban miembros del Partido del Pueblo Trabajador, el Partido Independentista Puertorriqueño, Juventud Hostosiana, Frente Socialista, Campamento Contra la Junta y Jornada Se Acabaron Las Promesas.
La concurrencia al piquete impulsado por los líderes sindicalistas se movilizó hasta el interior del local, lo cual ocasionó un escenario de tensión que abrió paso a la intervención de la policía. Así, la revuelta fue desplazada de los pasillos de la tienda pero se mantuvo firme con sus carteles y megáfonos en las afueras del edificio, el cual a su vez se vio obligado a cerrar provisoriamente sus puertas como medida preventiva.
El ruido y la queja no solo estuvieron presentes en las inmediaciones de la megatienda, sino que la polémica hizo eco también en las redes sociales donde, como suele ocurrir hoy por hoy con cualquier controversia, los usuarios hicieron de Twitter y Facebook foros de discusión sobre el asunto.
Algunos apoyaron la protesta desde la virtualidad, coincidiendo con el motivo de los reclamos en oposición al imperio comercial de la empresa norteamericana. “Walmart no paga contribuciones, recibe mantengo corporativo y destruye (el) comercio local y empleos. Primero la gente”, expresó Carlos Fortuño Candelas (@carlosfortunocande) a través de un tuit que generó respuestas tanto a favor como en contra de sus argumentos. “Por cada 100 empleos de miseria que ‘crea’ Walmart, destruye 120 empleos en la economía de Puerto Rico. El alto costo de los #PreciosBajos”, expuso en adición Teddy Márquez(@teddymarquez2), sumándose a la candente discusión en la plataforma del pajarito azul
Ariadna Godreau, abogada y profesora, optó por comunicar de forma extensa en su perfil personal de Facebook los motivos de solidaridad con la causa. “Hoy nosotros denunciamos la agenda global de explotación de Walmart contra los trabajadores y los pobres”, establecía una parte desu publicación escrita completamente en inglés. “Esta explotación ha sido subsidiada por el gobierno, creando una red de seguridad financiada con fondos públicos alrededor de los intereses corporativos”, agregaba Godreau, quien dedica gran parte de su vida al activismo en defensa de los derechos civiles.
Por otra parte, fueron varios los que utilizaron los 140 caracteres de Twitter para reaccionar en forma de crítica al movimiento anti-Walmart. “Hay que recordarle a los revoltosos lo que haceWalmart en PR (Puerto Rico): 14 mil empleos y 50 mil indirectos; $2 BILLONES anuales en compras locales”, publicó la cuenta popular y satírica que oculta su verdadera identidad bajo el nombre de La Vieja Changa (@condadofahion), cuyo mensaje fue compartido más de 50 veces por medio de retuits. El editor del portal virtual de noticias y de información ambiental Mi Puerto Rico Verde, José Maldonado (@pollomaldonado), también tomó parte en el debate cibernético. “Podemos culpar a Walmart todo lo que quieran, pero mientras el comercio local siga operando igual que en los 70s, no progresamos”, tuiteó.
Luego de 3 horas, los manifestantes se dieron por satisfechos con haber ocasionado el cierre momentáneo del supermercado y cesaron la protesta, no sin antes cantar a coro el himno revolucionario puertorriqueño. La sucursal de Walmart en Santurce reabrió sus puertas a las 4 p.m. y continuó sus operaciones con normalidad.
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